Tratar de establecer una historia de los casinos como
lugar de esparcimiento es como intentar establecer la historia de la sociedad
de la diversión. Si bien el concepto de “casino” aparece de forma
bastante tardía especialmente en la civilización occidental, el
concepto suele referirse a determinados sitios que existen desde tiempos
inmemoriales. Originalmente, la expresión proviene de Italia y
hace referencia a una especie de “residencia pequeña”, significado que, como
puede apreciarse, nada tiene que ver con el actual concepto de la palabra
“casino”.
Historiar la vida de los casinos es establecer una historia de la
institucionalización de los diferentes juegos de azar; la
forma en que las diferentes sociedades los fueron aceptando e incorporando a su
tradición lúdica hasta llegar al concepto de “casino” tal como lo conocemos hoy
en día. El primer ejemplo registrado por la historia de los juegos de azar hace
referencia al rey Olaf (Noruega) que en el año mil doscientos
después de Cristo estableció una disputa con el rey de Suecia por
unas propiedades. A través de un simple jugo de dados, los dos monarcas se
jugaron la propiedad de los terrenos siendo ese el primer caso registrado de la
realización de un juego de azar. Como puede apreciarse en la anécdota
histórica, el desarrollo del juego en cuestión –los dados – va de la mano del
establecimiento de un premio para el ganador.
Por otro lado la sociedad con más importancia a la hora de relacionar el
juego con un establecimiento apropiado para ello fue la americana, donde
aparecieron los Saloons que hemos visto en las películas del oeste, pero que
sin embargo también estaban muy extendidos en ciudades como Nueva
Orleans y Chicago. Después se prohibió el juego, hasta que Las
Vegas obtuvo en 1931 una especia de bula, y ahí
empezaron a gestarse los primeros verdades casinos America.
El concepto de “apuesta” tiene un origen más remoto y más difícil de
precisar. Historiadores de China señalan que el primer sistema
de apuestas que se ha registrado se remonta al lejano año dos mil trescientos
antes de Cristo aunque se trato, claro está, de un concepto que fue mutando con
el paso del tiempo (al principio se apostaban animales, objetos y mucho tiempo
después se llegó a establecer la apuesta por dinero).
Un salto importante en la historia de los casinos se registra en 1387 cuando,
en Francia, se inventaron las cartas o barajas. El primer mazo de
cartas fue diseñado en el año 1450 por Johann Gutenberg, el padre
de la imprenta. Concretamente, la institucionalización de las cartas y su uso
en los diferentes juegos de mesa es un largo proceso que madura a caballo de
los siglos XVIII y XIX, época en la que, además, evoluciona el
concepto de casino hasta llegar a erigirse en lo que hoy en día conocemos con
ese nombre.
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