jueves, 7 de marzo de 2013

¡La buena suerte del número siete!


Desde tiempos remotos el Número Siete es sinónimo de buena suerte, fortuna, realización y sabiduría. Para los antiguos babilonios era algo muy sagrado pues correspondía a los cinco planetas conocidos entonces: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno los cuales unidos a la Luna y el Sol sumaban siete. Como en esa época se pensaba que la Tierra era el Centro del Universo, este número se consideró también como de gran importancia espiritual.


¿Por qué el siete?

Siete son los días de la semana dedicados también a siete dioses respectivos: el lunes a la diosa Luna o Selene, el martes al dios Marte, el miércoles a Mercurio, el jueves a Júpiter, el viernes a Venus, el sábado a Saturno y el domingo al Dios bíblico.

Siete son también las notas musicales, do, re, mi, fa, sol, la, si con las cuales se puede construir toda la música. Los hawaianos hablan de sus siete cielos, y en casi todas las representaciones culturales de los pueblos del mundo el 7 ocupa siempre un lugar preferencial.

Según la tradición bíblica el séptimo día fue bendecido por Dios una vez terminada la Creación y la Biblia abunda con referencias al siete de una manera constante, y positiva -7 candelabros en el templo, 7 cartas en el Nuevo Testamento para las 7 iglesias, los 7 sellos que sellan un libro cerrado, las 7 plagas, perdonar 70 veces 7, y muchas citas más.
En Teosofía se habla de las "siete llaves de la sabiduría" que abren el camino del desarrollo superior de la conciencia a los grandes misterios místicos, de siete mundos, siete universos, siete razas, siete misterios.

Siete también son los llamados chakras o centros de energía del cuerpo que se extienden desde la base de la espina –columna vertebral- hasta el ápice de la cabeza pasando por todos los órganos vitales. Estos chakras se supone capturen el llamado prana o energía universal y lo transformen espiritualmente. 


Siete eran las maravillas del mundo antiguo:

  • El Mausoleo de Halicarnaso
  • Los Jardines Colgantes de Babilonia
  • El Coloso de Rodas
  • La Estatua de Zeus en Olimpia
  • El Templo de Diana en Efeso
  • El Faro de Alejandría y por supuesto
  • Las Pirámides de Egipto en Giza.

Según la Numerología el número 7 representa la plenitud y los ciclos finalizados. Su energía intrínseca surge de la naturaleza misma de este número primo que indica la vuelta a la unidad, el centro que busca el balance entre dos trinos o triángulos considerados sagrados -3 a la derecha de la balanza y 3 a la izquierda, sumando 6, y el 7, en el medio, armonizando, equilibrando.

Los ejemplos anteriores corroboran esa idea tan generalizada en todas las culturas. En nuestra vida nos referimos a los ciclos de 7 años y sus múltiplos, inclusive hablamos de la "mayoría de edad" a las 21 años cuando han ocurrido tres veces siete. 

FUENTE: Univisión 

No hay comentarios:

Publicar un comentario